¿Qué es una tarjeta caliente?
Una tarjeta caliente es un tipo de tarjeta bancaria que brinda acceso limitado a una cuenta comercial. Se otorga a un empleado que necesita tener acceso limitado a las cuentas financieras de una empresa. Por lo general, estas tarjetas permiten depósitos pero no retiros.
Puntos clave
- Una tarjeta caliente es una tarjeta bancaria utilizada por las empresas para permitir que sus empleados realicen depósitos en sus cuentas financieras.
- A diferencia de las tarjetas de débito, las tarjetas calientes generalmente solo permiten que el empleado realice depósitos, lo que les prohíbe realizar retiros.
- Las empresas utilizan las tarjetas calientes para permitir que sus empleados realicen las transacciones necesarias, pero para reducir o eliminar el riesgo de robo o fraude.
Entendiendo las cartas calientes
Las tarjetas calientes son utilizadas por empresas que quieren minimizar el riesgo de fraude o robo. A los empleados cuyas descripciones de trabajo les exijan realizar depósitos bancarios se les pueden emitir tarjetas activas que les permitan solo el acceso que necesitan para realizar sus funciones. Al bloquear los retiros, las tarjetas calientes eliminan el riesgo de robo por parte de los empleados.
Las empresas de hoy también tienen acceso a otras medidas de seguridad, como el uso de autenticación multifactor o contraseñas seguras. A medida que la escala del fraude en línea continúa creciendo, las empresas recurren cada vez más a un enfoque combinado en el que combinan estos métodos en línea con medidas físicas como el uso de tarjetas calientes.
Las tarjetas calientes se diferencian de las tarjetas de débito en que estas últimas generalmente permiten tanto depósitos como retiros. Otra diferencia entre ellas es que las tarjetas de débito son utilizadas tanto por clientes corporativos como privados, mientras que las tarjetas calientes son específicamente para clientes corporativos. Las tarjetas de débito también permiten transferencias entre cuentas, mientras que las tarjetas calientes se limitan a cuentas específicas.
Con el auge del fraude en línea, las empresas han tenido que combinar medidas físicas, como tarjetas calientes, con otras medidas de seguridad, como autenticación multifactor o contraseñas complicadas.
Ejemplo del mundo real de una tarjeta caliente
Michael es dueño de una cadena de cafeterías. En general, su empresa tiene cinco ubicaciones y 15 empleados. Cada ubicación tiene un gerente de tienda cuyas responsabilidades incluyen depositar el dinero recibido de los clientes al final de cada semana.
Como parte de sus controles internos, Michael emite tarjetas activas a cada uno de sus cinco gerentes de tienda. Cada una de estas tarjetas está vinculada a una cuenta bancaria corporativa destinada a mantener el efectivo de los clientes. Cuando los gerentes de las tiendas presentan sus tarjetas, los cajeros de los bancos saben que están autorizados a depositar efectivo en la cuenta de la empresa. Al mismo tiempo, las tarjetas calientes no permiten retiros ni transferencias, lo que asegura efectivamente contra el riesgo de fraude o robo.
A diferencia de las tarjetas de crédito, las tarjetas calientes no confieren ninguna capacidad de préstamo al usuario. Por lo tanto, Michael no tiene que registrar ninguna responsabilidad asociada con estas tarjetas y no tiene que preocuparse por la solvencia de los empleados que las usan. Asimismo, los empleados saben que el uso de tarjetas calientes no afectará sus puntajes de crédito personales.