¿Qué es la selección natural?
En la biología moderna, la selección natural es un proceso mediante el cual las especies que tienen rasgos que les permiten adaptarse en un entorno sobreviven y se reproducen, y luego transmiten sus genes a la siguiente generación. La selección natural significa que las especies que pueden adaptarse a un entorno específico crecerán en número y eventualmente superarán en número a las especies que no pueden adaptarse.
El proceso de selección natural permite que una especie se adapte mejor a su entorno cambiando su configuración genética con cada nueva generación. Estos cambios son graduales y pueden ocurrir durante miles de años, aunque la selección natural puede ocurrir mucho más rápido en algunos casos, especialmente en especies con vidas cortas y tasas reproductivas rápidas.
Cuando la selección natural se aplica conceptualmente en el campo de las finanzas, se supone que, a largo plazo, solo sobrevivirán las empresas que sean capaces de responder y adaptarse con éxito a los cambios en el entorno financiero y empresarial.
Puntos clave
- En la biología moderna, la selección natural es un proceso mediante el cual las especies que tienen rasgos que les permiten adaptarse en un entorno sobreviven y se reproducen, y luego transmiten sus genes a la siguiente generación.
- La selección natural aplicada en un contexto financiero supone que las empresas que sean capaces de adaptarse prosperarán, mientras que las que no se adapten podrían enfrentarse a una disminución de la cuota de mercado o a la quiebra a largo plazo.
Entendiendo la selección natural
Uno de los ejemplos más conocidos de selección natural en biología es el de la polilla inglesa de la pimienta. Aunque la polilla moteada inglesa siempre ha existido en una variedad de colores, hasta la Revolución Industrial en Inglaterra, la variedad moteada gris claro era la más abundante. Esto se debe a que estas polillas podrían mezclarse fácilmente con el fondo de líquenes de colores similares que crecen abundantemente en su entorno. Por el contrario, las versiones de alas oscuras de las polillas eran blancos fáciles para las aves y otros depredadores.
La Revolución Industrial, que ocurrió entre 1760 y 1840, produjo enormes cantidades de contaminación del aire. Esta contaminación del aire mató parte de la cubierta de líquenes de las rocas en el entorno de las polillas. Al mismo tiempo, algunos edificios de colores más claros se han vuelto negros debido a la contaminación del aire. Como resultado, las polillas grises más claras ya no podían mezclarse con su entorno con tanta facilidad y los depredadores las detectaban más fácilmente, lo que las llevó casi a la extinción. La variedad de alas oscuras ahora estaba mejor camuflada y terminó sobreviviendo en mayor número que la variación de alas claras de la polilla.
Cuando se aplica en un contexto financiero, la selección natural significa que, debido al dinamismo y la complejidad del entorno empresarial, solo unas pocas empresas pueden permanecer en el negocio durante largos períodos de tiempo. Las empresas que no escalan pueden experimentar una participación de mercado potencialmente decreciente a medida que aumenta o mejora la competencia. Durante un período de tiempo, si una empresa no puede adaptarse, puede quebrar. Si un comerciante o inversionista no se adapta a las condiciones cambiantes del mercado, perderá dinero y si no se adapta durante un período prolongado de tiempo, puede verse obligado a abandonar el mercado a medida que su capital se reduce a cero.
La selección natural es un proceso dinámico y continuo. Si bien la capacidad de adaptarse a los cambios recientes de la industria puede ser un buen indicador de la aptitud general de una empresa o comerciante, no garantiza que puedan adaptarse a todos los cambios futuros en el entorno comercial.
Ejemplo de selección natural
Durante la crisis crediticia de 2008, varias firmas de corretaje sufrieron un destino similar de quiebra. Como resultado de este dramático deterioro del panorama financiero, Bear Stearns (fundada en 1923), Merrill Lynch (fundada en 1914) y Lehman Brothers (fundada en 1850) no pudieron mantener la independencia que habían disfrutado durante décadas. Todos han sido adquiridos por bancos más grandes (JPMorgan Chase’s Bear Stearns, y Merrill Lynch del Banco de América) o obligado a la quiebra (Lehman Brothers).
La línea de fondo
Antes de la crisis financiera de 2008, la suposición colectiva era que algunas instituciones eran «demasiado grandes para quebrar». Desafortunadamente, los eventos de 2008 demostraron que cuando se trata de selección natural, el tamaño no siempre importa. Mucho más importante es la flexibilidad y la capacidad de una empresa o inversor para reconocer y adaptarse rápidamente a entornos empresariales cambiantes.