¿Qué es el Seguro Meteorológico?
El término seguro meteorológico se refiere a una forma de protección financiera contra pérdidas o daños sufridos debido a condiciones climáticas severas y mensurables. Estas condiciones suelen incluir viento, nieve, lluvia/tormentas, niebla y temperaturas no deseadas.
El seguro meteorológico como una póliza separada se usa comúnmente para proteger a las empresas y sus negocios relacionados. Como tales, estas pólizas sirven para varios propósitos, como asegurar un evento costoso que podría verse afectado por el mal tiempo. Las aseguradoras cubren a las entidades aseguradas si las condiciones climáticas provocan pérdida de ingresos por eventos.
Puntos clave
- El seguro meteorológico ofrece protección financiera contra una pérdida que podría ocurrir debido a las inclemencias del tiempo y las condiciones medibles.
- Las primas están determinadas por la probabilidad de ocurrencia del evento meteorológico asegurado y la cantidad de daño potencial.
- El seguro meteorológico convencional generalmente cubre condiciones climáticas de baja probabilidad, incluidos huracanes, terremotos y tornados.
- La protección contra fenómenos meteorológicos de alta probabilidad puede garantizarse mediante derivados meteorológicos, un instrumento financiero que protege contra el riesgo de pérdidas relacionadas con el clima.
Cómo funciona el seguro meteorológico
Las condiciones climáticas afectan nuestra vida diaria y pueden tener un gran impacto en los ingresos y ganancias comerciales. Por lo tanto, el seguro meteorológico, contratado como una póliza de seguro separada, se usa comúnmente para proteger a las empresas y sus negocios relacionados, por ejemplo, para asegurar un evento costoso que podría arruinarse o verse gravemente afectado por el clima severo. El seguro meteorológico puede cubrir eventos como festivales, conciertos, ferias comerciales, eventos de temporada, desfiles, rodajes de películas, eventos para recaudar fondos y eventos deportivos. Pero también puede ser utilizado por particulares para cubrir grandes celebraciones, como una boda al aire libre.
El seguro meteorológico convencional generalmente incluye cobertura para eventos climáticos de baja probabilidad, incluidos huracanes, terremotos y tornados. Las aseguradoras ofrecerían un reembolso si las condiciones climáticas hacen que los eventos se pierdan o cancelen por completo.
La prima de su seguro meteorológico se basa en varios factores, que incluyen la ubicación y la época del año. En otras palabras, el monto en dólares que se les cobra a los clientes por la cobertura está determinado por la probabilidad de que ocurra el evento meteorológico asegurado y el monto de la pérdida potencial. El actuario de una compañía de seguros analiza los datos meteorológicos que se remontan a muchas décadas antes de decidir cómo fijar el precio de una póliza. Si, por ejemplo, Cleveland recibe una Blanca Navidad cada 10 años, entonces la aseguradora sabe que la probabilidad de tal evento es del 10% y establecería las tarifas de las primas en consecuencia.
Finalidad del seguro meteorológico
El seguro meteorológico es una necesidad para muchas empresas y se considera una estrategia clave de gestión de riesgos. También es altamente personalizable. Por ejemplo, un titular de póliza puede elegir la cantidad de días, los eventos climáticos y la severidad del clima que estarán cubiertos por la póliza.
Las empresas a veces también utilizan estas políticas como una estrategia de ventas para atraer clientes. Por ejemplo, una tienda de muebles puede anunciar que todos los compradores de muebles en diciembre recibirán sus compras gratis si nieva más de dos pulgadas en Navidad. En tales casos, la tienda compraría una póliza para cubrir este evento específico.
La protección contra pérdidas causadas por las inclemencias del tiempo está cubierta en cierta medida por otros tipos de pólizas de seguro, como el seguro de propietario de vivienda, el seguro de propiedad o el seguro de eventos especiales.
Ejemplo de Seguro Meteorológico
Supongamos que un planificador de eventos está organizando un festival al aire libre para un fin de semana de verano. Si bien venden boletos para el festival en sí, el organizador del evento también espera ganar dinero con las ventas de comida, bebida y mercadería, una parte de lo que ofrecen los diversos proveedores. El organizador fija la fecha pero no está seguro de si las condiciones meteorológicas cooperarán.
Para garantizar el buen desarrollo del festival, el organizador decide contratar una póliza de seguro meteorológico. Si el festival tiene poca asistencia debido a la lluvia, el organizador puede presentar un reclamo a la compañía de seguros para compensar la pérdida de ingresos, siempre que se paguen los premios.
Seguro meteorológico contra derivados meteorológicos
Hasta hace poco, el seguro ha sido la principal herramienta que utilizan las empresas para protegerse contra condiciones climáticas imprevistas. El problema es que el seguro convencional generalmente solo brinda cobertura para daños catastróficos y no hace nada para proteger contra la demanda reducida que experimentan las empresas debido a condiciones climáticas más cálidas o más frías de lo esperado.
20%
Porcentaje de la economía estadounidense que se ve directamente afectada por el clima.
Introduzca los derivados del tiempo. Brindan algún tipo de protección, pero no son seguros, sino que son instrumentos financieros utilizados por empresas o individuos para protegerse contra el riesgo de pérdidas relacionadas con el clima. El vendedor de un derivado meteorológico acepta asumir el riesgo de desastre a cambio de una prima. Esto significa que si no se produce ningún daño antes de que expire el contrato, terminan obteniendo ganancias. En caso de condiciones climáticas adversas o imprevistas, el comprador del derivado será reembolsado por el monto acordado.
Apuntes históricos sobre derivadas temporales
A fines de la década de 1990, las personas comenzaron a darse cuenta de que si cuantificaban e indexaban el clima en términos de temperaturas promedio mensuales o estacionales y asignaban una cantidad en dólares a cada valor de índice, podían «empaquetar» e intercambiar el tiempo. La primera transacción de este tipo se realizó en 1997 en un contrato de electricidad de Aquila Energy.
A partir de aquí, el tiempo se ha convertido en una mercancía negociable, comparable al intercambio de valores variables de índices bursátiles, divisas, tipos de interés y materias primas agrícolas.
Los derivados meteorológicos generalmente cubren eventos de bajo riesgo y alta probabilidad. El seguro meteorológico, por otro lado, generalmente protege contra eventos de alto riesgo y baja probabilidad, como se define en una póliza altamente personalizada. Dado que los seguros meteorológicos y los derivados se ocupan de dos posibilidades diferentes, una empresa puede tener interés en comprar ambos.