¿Qué es el choque de Nixon?
Nixon Shock es una frase utilizada para describir el efecto secundario de una serie de políticas económicas publicitadas por el expresidente Richard Nixon en 1971.
En particular, las políticas finalmente llevaron al colapso del sistema de tipos de cambio fijos de Bretton Woods que entró en vigor después de la Segunda Guerra Mundial.
Puntos clave
- El shock de Nixon fue un cambio de política económica emprendido por el presidente Nixon para priorizar el crecimiento económico de EE. UU. en términos de empleo y estabilidad del tipo de cambio.
- El shock de Nixon condujo efectivamente al final del Acuerdo de Bretton Woods y la convertibilidad del dólar estadounidense en oro.
- El shock de Nixon fue el catalizador de la estanflación de la década de 1970 cuando el dólar estadounidense se devaluó.
- Gracias en gran parte al shock de Nixon, los bancos centrales ahora tienen un mayor grado de control sobre su dinero, lo que facilita el «manejo» de variables como las tasas de interés, la oferta monetaria general y la velocidad.
- Muchas décadas después de la conmoción de Nixon, los economistas siguen debatiendo los méritos de este cambio masivo de política y sus eventuales ramificaciones.
Comprender el impacto de Nixon
El impacto de Nixon siguió al discurso televisado del presidente Nixon sobre la nueva política económica para la nación. El quid del discurso fue que Estados Unidos centraría su atención en los asuntos internos en la era posterior a la guerra de Vietnam. Nixon describió tres objetivos principales para el plan:
- Crear mejores trabajos
- Frenar la subida del coste de la vida
- Proteja el dólar estadounidense de los especuladores de divisas internacionales.
Nixon citó los recortes de impuestos y una suspensión de precios y salarios de 90 días como las mejores opciones para reactivar el mercado laboral y reducir el costo de vida. En cuanto al comportamiento especulativo frente al dólar estadounidense (USD), Nixon apoyó suspender la convertibilidad del dólar en oro. Además, Nixon propuso un impuesto adicional del 10% sobre todas las importaciones sujetas a derechos. Similar a la estrategia de suspender la convertibilidad del dólar, el impuesto pretendía alentar a los principales socios comerciales de Estados Unidos a aumentar el valor de sus monedas.
El Acuerdo de Bretton Woods giraba en torno a los valores externos de las monedas extranjeras. Fijado frente al dólar estadounidense, el valor de las monedas extranjeras se expresó en oro a un precio determinado por el Congreso. Sin embargo, un excedente de dólares puso en peligro el sistema en la década de 1960. En ese momento, Estados Unidos no tenía suficiente oro para cubrir el volumen de dólares que circulaba por el mundo. Esto ha llevado a una sobrevaluación del dólar.
El gobierno intentó apoyar el dólar y Bretton Woods, y las administraciones de Kennedy y Johnson intentaron desalentar la inversión extranjera, limitar los préstamos extranjeros y reformar la política monetaria internacional. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en gran medida infructuosos.
Nixon Shock y el Acuerdo de Bretton Woods
La ansiedad finalmente se deslizó en el mercado de divisas, con los comerciantes en el extranjero temerosos de una eventual devaluación del dólar. Como resultado, comenzaron a vender USD en mayores cantidades y con mayor frecuencia. Después de varias corridas del dólar, Nixon buscó un nuevo rumbo económico para el país.
El discurso de Nixon no fue tan bien recibido internacionalmente como lo fue en los Estados Unidos. Muchos en la comunidad internacional interpretaron el plan de Nixon como un acto unilateral. En respuesta, las democracias industrializadas del Grupo de los Diez (G-10) decidieron nuevos tipos de cambio centrados en un dólar devaluado en lo que se conoció como el Acuerdo Smithsonian. Ese plan entró en vigor en diciembre de 1971, pero no tuvo éxito.
A partir de febrero de 1973, la presión especulativa del mercado hizo que el dólar estadounidense se devaluara y condujera a una serie de paridades cambiarias. En medio de una fuerte presión sobre el dólar en marzo de ese año, el G-10 implementó una estrategia que pedía que seis miembros europeos vincularan sus monedas y las hicieran flotar conjuntamente frente al dólar.
Esta decisión esencialmente puso fin al sistema de tipo de cambio fijo establecido por Bretton Woods.
El Acuerdo de Bretton Woods creó dos grandes instituciones que han resistido la prueba del tiempo: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El legado del shock de Nixon
Inicialmente, el Nixon Shock fue ampliamente elogiado como un éxito político. Hoy, sin embargo, los beneficios a largo plazo del Nixon Shock son objeto de debate académico.
Primero, las acciones de Nixon fueron el principal catalizador de la estanflación de la década de 1970. También condujo a la inestabilidad de las monedas flotantes, ya que el dólar estadounidense cayó un tercio durante la década de 1970. Durante los últimos 40 años, el dólar estadounidense ha estado lejos de ser estable, con varios períodos de alta volatilidad.
De 1985 a 1995, por ejemplo, el índice de valor del dólar estadounidense perdió hasta un 34%. Después de una rápida recuperación, volvió a caer bruscamente desde 2002 hasta mediados de 2011.
Nixon también prometió que su medida evitaría recesiones costosas. Sin embargo, en las últimas décadas, Estados Unidos ha experimentado graves recesiones, incluida la Gran Recesión de diciembre de 2007 a junio de 2009.
Ventajas y desventajas del amortiguador de Nixon
Hoy vivimos en un mundo de monedas mayoritariamente flotantes y negociadas en el mercado.
Este sistema tiene ventajas, especialmente en términos de hacer posible una política monetaria radical como la flexibilización cuantitativa (QE). Los bancos centrales ahora tienen un mayor grado de control sobre su dinero, lo que facilita el «manejo» de variables como las tasas de interés, la oferta monetaria general y la velocidad.
Por otro lado, el movimiento de Nixon también creó incertidumbre y generó un gran mercado basado en la cobertura de los riesgos creados por la incertidumbre cambiaria. La crisis financiera de 2007-2008, en particular, demostró que el control del banco central no es una defensa garantizada contra recesiones severas.
Muchas décadas después de la conmoción de Nixon, los economistas siguen debatiendo los méritos de este cambio masivo de política y sus eventuales ramificaciones.
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El dinero respaldado por el gobierno es generalmente más estable que la moneda basada en materias primas
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Brinda a los bancos centrales más flexibilidad para «proteger» sus economías de las principales recesiones en el ciclo económico.
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Las acciones para proteger las reservas de oro han disparado la volatilidad económica
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Condujo a la estanflación de la década de 1970.
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Las recesiones severas y la volatilidad del dólar estadounidense continúan ocurriendo bajo el control de los bancos centrales.
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El oro proporcionó un efecto de autorregulación en la economía y la moneda, mientras que el shock de Nixon facultó al gobierno para manipular las variables.
Preguntas frecuentes sobre Nixon y el patrón oro
¿Qué era el patrón oro y cómo funcionaba?
El patrón oro es un sistema monetario en el que el valor de la moneda de un país se basa en una cantidad fija de oro. En la práctica, los bancos centrales se aseguraron de que la moneda nacional (papel moneda) fuera fácilmente convertible en oro a un precio fijo determinado. Las monedas de oro también circulaban como moneda nacional junto con otras monedas y billetes de metal.
¿Cuándo y por qué Nixon acabó con el patrón oro?
El presidente Richard Nixon cerró la ventanilla del oro en 1971 para abordar el problema de inflación del país y disuadir a los gobiernos extranjeros de canjear más y más dólares por oro.
¿Qué es el dinero fiduciario?
El dinero fiduciario es dinero emitido por el gobierno que no está respaldado por un activo físico como el oro o la plata. En cambio, está respaldado por el gobierno que lo emitió.
¿Qué pasaría si volviéramos al patrón oro?
Algunos economistas argumentan que si volviéramos al patrón oro, los precios se desestabilizarían y darían lugar a episodios de deflación e inflación graves.
Además, en caso de una crisis financiera, el gobierno tendría poca flexibilidad para evitar o limitar los daños potenciales.