¿Qué es la fuerza relativa?
La fuerza relativa es una estrategia utilizada en la inversión de impulso y la identificación de acciones de valor. Se enfoca en invertir en acciones u otras inversiones que han tenido un buen desempeño en relación con el mercado en su conjunto o con un punto de referencia relevante. Por ejemplo, un inversor de fuerza relativa podría seleccionar empresas de tecnología que hayan superado al índice compuesto Nasdaq o acciones que estén superando al índice S&P 500.
Los analistas técnicos utilizan un indicador conocido como Índice de Fuerza Relativa (RSI) para generar señales de sobrecompra o sobreventa.
Puntos clave
- La fuerza relativa es un tipo de inversión de impulso que utilizan los analistas técnicos y los inversores de valor.
- Consiste en seleccionar inversiones que hayan superado a su mercado o benchmark.
- Los inversores de fuerza relativa asumen que la tendencia de rendimiento superior continuará. Si la tendencia se revierte, es probable que su inversión tenga un desempeño deficiente.
Comprender la fuerza relativa
Mientras que el objetivo de la inversión en valor es comprar barato y vender caro, el objetivo de la inversión de fuerza relativa es comprar caro y vender caro. Por lo tanto, los inversionistas de fuerza relativa asumen que las tendencias exhibidas actualmente por el mercado continuarán el tiempo suficiente para que obtengan un rendimiento positivo. Cualquier reversión repentina de esa tendencia conducirá a resultados negativos.
Para identificar candidatos de inversión, los inversores de fortaleza relativa comienzan por observar un punto de referencia como el índice compuesto Nasdaq. Luego buscarán qué empresas dentro de ese mercado han superado a sus pares, ya sea subiendo más rápido que sus pares o cayendo menos rápido que ellos.
Debido a que la inversión en fortaleza asume que las tendencias actuales continuarán en el futuro, es más efectiva en períodos estables con una interrupción mínima. Por el contrario, los períodos caóticos, como la crisis financiera de 2007-2008, pueden ser peligrosos para los inversores relativamente fuertes, ya que pueden dar lugar a cambios drásticos en las tendencias de inversión. En tales situaciones, la psicología del inversionista puede revertirse repentinamente, con los queridos inversores de ayer repentinamente rechazados.
Si bien la inversión de impulso a menudo se asocia con acciones individuales, también se puede aplicar a mercados completos o sectores industriales utilizando fondos indexados y fondos cotizados en bolsa (ETF). De manera similar, los inversionistas pueden realizar inversiones de fuerza relativa en otras clases de activos, como bienes raíces, utilizando fondos de inversión en bienes raíces (REIT, por sus siglas en inglés). También se pueden utilizar instrumentos más exóticos, como futuros de materias primas, opciones y otros productos derivados.
Estrategias que emplean fuerza relativa
La inversión de fuerza relativa también se puede utilizar como un componente de una estrategia más amplia, como el comercio de pares.
Ejemplo real de fuerza relativa
Harry es un inversionista de fortaleza relativa que vigila los precios de los bonos corporativos y el S&P 500. Su cartera de inversiones consiste en un fondo indexado S&P 500 y un ETF que rastrea el mercado de bonos corporativos. Como inversor de fuerza relativa, aumenta periódicamente su asignación a cualquier activo que tenga un rendimiento superior en ese momento. Al hacerlo, espera beneficiarse de la tendencia continua de rendimiento superior de ese activo, comprando de manera efectiva y vendiendo más alto.
En los últimos meses, ha observado que los inversores parecen estar aumentando las asignaciones de bonos de su cartera a expensas de las acciones. Esta entrada de dinero en el mercado de bonos ha elevado los precios de los bonos y reducido los rendimientos.
Esperando que esta tendencia continúe, Harry responde disminuyendo su inversión en el S&P 500 y aumentando su inversión en el ETF de bonos corporativos. Espera beneficiarse de cualquier rendimiento superior en curso de los bonos en relación con las acciones.
Índice de fuerza relativa (RSI)
Los operadores técnicos y de corto plazo también buscan una fortaleza relativa. En el análisis técnico, el índice de fuerza relativa (RSI) es un indicador de impulso que mide la magnitud de los cambios de precios recientes para medir las condiciones de sobrecompra o sobreventa en el precio de una acción u otro activo. El RSI se muestra como un oscilador (un gráfico de líneas que se mueve entre dos extremos) y puede tener una lectura de 0 a 100. El indicador fue desarrollado originalmente por J. Welles Wilder Jr. e introducido en su libro seminal de 1978, «Nuevos conceptos en Sistemas Técnicos de Negociación».
La interpretación y el uso tradicional del RSI es que los valores de 70 o más indican que una acción se está sobrecomprando o sobrevaluando y puede desencadenar una inversión de tendencia o un retroceso correctivo en el precio. Una lectura de RSI de 30 o menos indica una condición de sobreventa o infravaloración.