¿Qué es el valor en riesgo (VaR)?
El valor en riesgo (VaR) es una estadística que cuantifica la magnitud de las posibles pérdidas financieras dentro de una empresa, cartera o posición durante un período de tiempo específico. Esta métrica es la más utilizada por los bancos comerciales y de inversión para determinar el tamaño y las probabilidades de pérdidas potenciales en sus carteras institucionales.
Los gestores de riesgos utilizan el VaR para medir y controlar el nivel de exposición al riesgo. Los cálculos de VaR se pueden aplicar a posiciones específicas o carteras completas o se pueden usar para medir la exposición al riesgo de toda la empresa.
Puntos clave
- El valor en riesgo (VaR) es una forma de cuantificar el riesgo de pérdidas potenciales para un negocio o inversión.
- Esta métrica se puede calcular de varias maneras, incluidos los métodos histórico, de varianza-covarianza y Monte Carlo.
- Los bancos de inversión suelen aplicar modelos de VaR al riesgo a nivel de empresa debido a la posibilidad de que las mesas de negociación independientes expongan involuntariamente a la empresa a actividades altamente correlacionadas.
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Valor en Riesgo (VaR)
Comprender el valor en riesgo (VaR)
El modelo de VaR determina el potencial de pérdida en la entidad que se está valorando y la probabilidad de que ocurra la pérdida definitiva. Uno mide el VaR evaluando el monto de la pérdida potencial, la probabilidad de ocurrencia del monto de la pérdida y el período de tiempo.
Por ejemplo, una empresa financiera puede determinar que un activo tiene un VaR mensual del 3 % al 2 %, lo que representa una probabilidad del 3 % de que el valor del activo disminuya un 2 % en un período de un mes. Al convertir la probabilidad de ocurrencia del 3% a una proporción diaria, las probabilidades de una pérdida del 2% se ubican en un día por mes.
El uso de una evaluación de VaR de toda la empresa le permite determinar los riesgos acumulativos de las posiciones agregadas mantenidas por diferentes unidades comerciales y departamentos dentro de la institución. Usando los datos proporcionados por el modelo VaR, las instituciones financieras pueden determinar si tienen suficientes colchones de capital para cubrir pérdidas o si los riesgos más altos de lo aceptable les obligan a reducir las participaciones concentradas.
Metodologías VaR
Hay tres formas principales de calcular el VaR. El primero es el método histórico, que analiza la historia de los rendimientos pasados y los clasifica desde las peores pérdidas hasta las mayores ganancias, asumiendo que la experiencia de los rendimientos pasados informará los resultados futuros.
El segundo es el método de varianza-covarianza. En lugar de suponer que el pasado informará el futuro, este método supone que las ganancias y pérdidas se distribuyen normalmente. De esta forma, las pérdidas potenciales pueden enmarcarse en términos de eventos de desviación estándar de la media.

VaR.
Imagen de Julie Bang © Haciendo Negocios 2020
Un enfoque final del VaR es realizar una simulación de Monte Carlo. Esta técnica utiliza modelos computacionales para simular los rendimientos esperados en cientos o miles de iteraciones posibles. Luego, aprovecha las posibilidades de que ocurra una fuga, digamos el 5% de las veces, y revela el impacto.
Ejemplo de problemas con cálculos de valor en riesgo (VaR).
No existe un protocolo estándar para las estadísticas utilizadas para determinar el riesgo de un activo, cartera o empresa. Las estadísticas extraídas arbitrariamente de un período de baja volatilidad, por ejemplo, pueden subestimar el potencial de eventos de riesgo y la magnitud de esos eventos. El riesgo se puede subestimar aún más utilizando probabilidades de distribución normal, que rara vez tienen en cuenta eventos extremos o de cisne negro.
La calificación de pérdida potencial representa la cantidad más baja de riesgo en un rango de resultados. Por ejemplo, una determinación de VaR del 95% con un riesgo de capital del 20% representa una expectativa de perder al menos un 20% cada 20 días en promedio. En este cálculo, una pérdida del 50% aún valida la evaluación de riesgos.
La crisis financiera de 2008, que expuso estos problemas como cálculos de VaR relativamente benignos, subestimó la posible ocurrencia de eventos de riesgo que plantean las carteras de hipotecas de alto riesgo. También se ha subestimado la magnitud del riesgo, lo que ha llevado a índices de apalancamiento extremos dentro de las carteras de alto riesgo. Como resultado, las subestimaciones de la ocurrencia y la magnitud del riesgo han dejado a las instituciones incapaces de cubrir miles de millones de dólares en pérdidas por la caída en picado de los valores de las hipotecas de alto riesgo.