¿Qué es el choque cultural inverso?
El choque cultural inverso es la angustia emocional y psicológica que experimentan algunas personas cuando regresan a casa después de varios años en el extranjero. Esto puede generar dificultades inesperadas para adaptarse a la cultura y los valores del país de origen, ahora que lo que antes era familiar se ha vuelto desconocido.
En un contexto empresarial, el advenimiento de la globalización ha dado como resultado que más y más empleados sean enviados a largas asignaciones a otros países. Con el aumento en el número de expatriados que viven y trabajan en países distintos al suyo en los últimos años, el choque cultural inverso es un fenómeno creciente.
Puntos clave
- El choque cultural inverso es la angustia emocional y psicológica que experimentan las personas cuando regresan a casa después de varios años en el extranjero.
- En un contexto empresarial, la globalización ha dado como resultado que más y más empleados sean enviados a largas asignaciones a otros países.
- Cuanto más tiempo se pasa en el extranjero y mayor es la diferencia cultural, mayor es el choque cultural inverso.
- Si hay poco diálogo regular con los familiares del país de origen, puede ser más fácil despegarse de las costumbres y comportamientos del país de origen en favor de la nueva cultura.
Comprender el choque cultural inverso
El grado de choque cultural inverso puede ser directamente proporcional a la cantidad de tiempo que se pasa en el extranjero: cuanto más tiempo se pasa en el extranjero, mayor es el factor de choque en el eventual regreso a casa. Otro factor que puede influir en el alcance del choque cultural inverso es el alcance de la diferencia cultural entre el país de origen del expatriado y el país extranjero.
Si los contactos personales en casa expresan desinterés en escuchar acerca de las nuevas experiencias del individuo en el extranjero, esto podría ampliar la brecha entre ellos, lo que puede llevar a un choque cultural inverso.
Cómo puede ocurrir el choque cultural inverso
A medida que una persona pasa tiempo en el extranjero y se acostumbra más a su entorno, es posible que se acostumbre más a las normas locales que a las que experimentó en casa. Por ejemplo, es una costumbre local quitarse los zapatos antes de entrar a una residencia en numerosas culturas.
Adaptarse a esa costumbre puede crear un hábito que es difícil de romper cuando llegas a casa. Puede haber un cambio en el ritmo de trabajo y ocio que inicialmente perturbe el estilo de vida, eventualmente convirtiéndose en parte de su nueva rutina. Este intercambio de estilos de vida puede llevar al viajero a cuestionar su propio comportamiento y costumbres autóctonas.
Psicológica e interpersonalmente, el grado de choque cultural inverso puede aumentar o disminuir según la cantidad de comunicación que se mantenga con familiares, amigos o colegas en su país de origen. Si hay poco diálogo regular entre las partes, puede ser más fácil separarse de las costumbres y el comportamiento de la nación de origen a favor de la nueva cultura.
Los episodios de choque cultural inverso suelen ser menos graves para las personas que han viajado al extranjero y regresado a casa con más frecuencia y han desarrollado una perspectiva de interacción con otras culturas.