¿Qué es una billetera granular?
Una cartera granular es una cartera bien diversificada de inversiones en una amplia variedad de activos, normalmente con un número significativo de participaciones. Dado que este tipo de cartera contiene una gran cantidad de posiciones en diferentes clases de activos y/o sectores, se considera que tiene un perfil de riesgo general más bajo. Por el contrario, las carteras que tienen «baja granularidad» tienen menos posiciones o contienen activos altamente correlacionados. Están menos diversificados y tienen un perfil de riesgo general más alto.
Puntos clave
- Una cartera granular tiene inversiones en muchas clases de activos y sectores.
- El principal beneficio de una cartera granular para un inversor es la capacidad de reducir el riesgo a través de la diversificación.
- Otros beneficios incluyen la capacidad de adaptar una cartera de participaciones para cumplir con los objetivos financieros de un inversor y la flexibilidad para diversificarse en muchas clases de activos.
- Las desventajas de una cartera granular incluyen la posibilidad de perder ganancias inesperadas y la posible exposición a un mayor riesgo durante la volatilidad del mercado.
Cómo funciona una cartera granular
Una cartera granular puede referirse a una cartera de crédito, divisas, acciones, bonos o clases de activos mixtos. Las carteras altamente granulares, a veces denominadas infinitamente granulares, diversifican la mayor parte del riesgo no sistemático (riesgo de seguridad individual) de la cartera para que esté expuesta solo al riesgo sistémico, que los inversores no pueden minimizar a través de la diversificación.
Beneficios de una cartera granular
Si bien el beneficio principal para un inversor es la reducción del riesgo, otros beneficios de una cartera granular incluyen la capacidad de personalizar una cartera y diversificarse en muchas clases de activos.
Reduce el riesgo
Tener inversiones en muchos sectores y clases de activos ayuda a reducir el riesgo general de una cartera. Por ejemplo, si las acciones de atención médica tienen un rendimiento inferior, una cartera granular con exposición a otros sectores, como tecnología, finanzas y consumo básico, ayuda a compensar esas posiciones. Los bonos se pueden agregar a una cartera granular para proporcionar ingresos cuando las acciones pasan por períodos de rango limitado.
Personalización
Debido a que las carteras granulares incluyen muchas participaciones, se pueden adaptar fácilmente para cumplir con los objetivos financieros de muchos inversores diferentes. Por ejemplo, un inversionista podría dividir sus asignaciones de activos entre acciones, bonos y efectivo. Cuando el inversor es joven, el 90% de la cartera puede invertirse en acciones, el 5% en bonos y el 5% en efectivo. A medida que el inversor se acerca a la jubilación, puede ajustar fácilmente la cartera para tener asignaciones más conservadoras.
Elección de activo
Una cartera granular brinda a los inversores la flexibilidad de diversificarse en múltiples clases de activos como mejor les parezca. Por ejemplo, si las materias primas de metales preciosos, como el oro y la plata, tienen una tendencia alcista, un inversor podría agregar algunos contratos de futuros a su cartera para ganar exposición al movimiento.
Desventajas de una billetera granular
Si bien hay menos desventajas en una cartera granular, pueden ser significativas, particularmente en tiempos de inestabilidad o recesión del mercado.
Ganancias inesperadas
La estructura diversificada de una cartera granular significa que un gran rendimiento de una sola inversión tiene poco impacto en los rendimientos generales. Por ejemplo, una acción en la cartera de un inversionista puede subir un 75%, pero esa tenencia representa solo una pequeña ganancia si representa el 5% del valor de la cartera.
Exposición
En un entorno económico estable, una cartera granular se beneficia de sectores y clases de activos no correlacionados que se compensan entre sí para ayudar a reducir el riesgo. Estas correlaciones pueden romperse en una crisis financiera para aumentar el riesgo.
Por ejemplo, durante la crisis financiera mundial entre 2008 y 2009, los movimientos de precios de las acciones y las materias primas se correlacionaron mucho, mientras que los bonos y las acciones dejaron de estar correlacionados. Los inversores que tienen una cartera granular deben monitorear continuamente las correlaciones cambiantes entre las clases de activos para asegurarse de que no estén sobreexpuestos. Comprender esta relación entre la correlación del mercado y la volatilidad puede ayudar a los inversores a gestionar el riesgo de la cartera.