¿Qué es el arbitraje?
El arbitraje es un mecanismo para resolver disputas entre inversionistas y corredores o entre corredores. Es supervisado por la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (FINRA) y las decisiones son definitivas y vinculantes. El arbitraje es distinto de la mediación, donde las partes negocian para llegar a un acuerdo voluntario y las decisiones no son vinculantes a menos que todas las partes estén de acuerdo.
El arbitraje no es lo mismo que presentar un reclamo de inversionista, donde un inversionista reclama una mala conducta por parte de un corredor, pero no tiene una disputa específica con ese corredor, por lo cual el inversionista busca daños y perjuicios.
Cómo funciona el arbitraje
En términos prácticos, el arbitraje es similar a una demanda, pero puede ser preferible para todas las partes debido a los menores costos y compromisos de tiempo involucrados.
Puntos clave
- El arbitraje no es lo mismo que presentar una queja de inversionista.
- El arbitraje puede ser preferible a una demanda debido a los menores costos y compromisos de tiempo para todas las partes involucradas.
- Las disputas que involucren menos de $50,000 no requieren audiencias en persona.
- Para disputas que van desde $50,000 a $100,000, solicite una audiencia en persona con un solo árbitro.
Cuando un inversionista o corredor tiene una disputa específica con un corredor registrado en FINRA, puede presentar una queja ante FINRA indicando la supuesta mala conducta y la cantidad de dinero que busca por daños y perjuicios.
FINRA nombrará un panel de tres profesionales financieros que, a menos que la parte perjudicada solicite lo contrario, no trabajarán en la industria de valores. Esto tiene como objetivo eliminar el sesgo, pero si cualquiera de las partes sospecha que un panelista está sesgado, puede solicitar un cambio.
Audiencias de arbitraje
Para disputas que involucren menos de $50,000, las audiencias en persona no se consideran necesarias; más bien, ambas partes envían materiales escritos a un solo árbitro que decide el caso. Para disputas que van desde $50,000 a $100,000, las audiencias en persona con un solo árbitro son las más comunes.
Para disputas de más de $100,000, las audiencias en persona con tres árbitros son estándar. Se requiere una mayoría del panel de tres árbitros (es decir, dos personas) para tomar una decisión. Los árbitros no están obligados a justificar su decisión.
Las partes que soliciten el arbitraje pueden representarse a sí mismas o contratar a un abogado. En general, los paneles de arbitraje son menos formales que el sistema judicial, por lo que los inversores tienen una posibilidad razonable de éxito incluso cuando se representan a sí mismos.
Hay gastos asociados con la presentación de arbitraje, sin mencionar el tiempo y los gastos de viaje involucrados, que los inversores deben considerar al buscar esta opción.
Consideraciones Especiales
Los paneles de arbitraje no otorgan necesariamente el monto total reclamado en una disputa. Por ejemplo, si un inversionista presenta un reclamo contra su corredor por $38,000, el panel puede fallar a favor del inversionista, pero otorgar solo $10,000.
Las decisiones arbitrales son vinculantes y no están sujetas a apelación, excepto en circunstancias muy limitadas. El proceso de mediación de FINRA, por otro lado, no es vinculante a menos que ambas partes estén de acuerdo con el acuerdo.
El Colegio de Abogados de Arbitraje de Inversores Públicos ha criticado a FINRA por la falta de diversidad en sus paneles de arbitraje y las laxas salvaguardas contra prejuicios y conflictos de intereses. El regulador argumentó que estas críticas están fuera de lugar, particularmente el enfoque en la edad de los árbitros.
En sus términos de servicio, la mayoría de los corredores requieren que los inversores acepten un arbitraje obligatorio para resolver posibles disputas, en lugar de acudir a los tribunales. Dado que FINRA tiene casi el monopolio del arbitraje, los paneles de la organización son el único recurso para muchos inversionistas.