¿Qué es el arbitraje de intereses descubierto?
El arbitraje de intereses cortos es una forma de arbitraje que consiste en cambiar de una moneda nacional que tiene una tasa de interés más baja a una moneda extranjera que ofrece una tasa de interés más alta sobre los depósitos. Con el arbitraje de intereses descubierto, existe un riesgo cambiario implícito en esta transacción, ya que el inversionista o el especulador necesitarán convertir los ingresos del depósito en moneda extranjera a moneda nacional en el futuro.
El término «corto» en este arbitraje se refiere al hecho de que este riesgo cambiario no está cubierto por un contrato a plazo o de futuros.
Puntos clave
- El arbitraje de intereses cortos es una forma de arbitraje que consiste en cambiar de una moneda nacional que tiene una tasa de interés más baja a una moneda extranjera que ofrece una tasa de interés más alta sobre los depósitos.
- El término «corto» en este arbitraje se refiere al hecho de que este riesgo cambiario no está cubierto por un contrato a plazo o de futuros.
- El arbitraje de intereses cortos implica un intercambio de divisas sin cobertura en un intento de obtener mayores rendimientos debido a un diferencial de tipos de interés entre las dos divisas.
Cómo funciona el arbitraje de intereses descubierto
El arbitraje de intereses cortos implica un intercambio de divisas sin cobertura en un intento de obtener mayores rendimientos debido a un diferencial de tipos de interés entre las dos divisas. Los rendimientos totales del arbitraje de intereses no pagados dependen en gran medida de las fluctuaciones monetarias, ya que los movimientos adversos de las divisas pueden anular todas las ganancias y, de hecho, incluso generar rendimientos negativos. Si el diferencial de la tasa de interés obtenido al invertir en una moneda extranjera es del 3 % y la moneda extranjera se aprecia frente a la moneda nacional en un 2 % durante el período de tenencia, el rendimiento total de esta actividad de arbitraje es del 5 %. Por otro lado, si la moneda extranjera se deprecia un 4% durante el período de tenencia, el rendimiento total es de -1%.