¿Qué es la liberalización del comercio?
La liberalización del comercio es la eliminación o reducción de las restricciones o barreras al libre intercambio de bienes entre las naciones. Estas barreras incluyen aranceles, como aranceles y recargos, y barreras no arancelarias, como reglas de licencia y cuotas. Los economistas a menudo ven la relajación o el levantamiento de estas restricciones como pasos para promover el libre comercio.
Puntos clave
- La liberalización del comercio elimina o reduce las barreras al comercio entre países, como los aranceles y las cuotas.
- Tener menos barreras al comercio reduce el costo de los bienes vendidos en los países importadores.
- La liberalización del comercio puede beneficiar a las economías más fuertes, pero perjudicar más a las más débiles.
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Liberalización comercial
Comprender la liberalización del comercio
La liberalización del comercio es un tema controvertido. Los críticos de la liberalización comercial dicen que la política puede costar puestos de trabajo porque los productos más baratos inundarán el mercado interno de la nación. Los críticos también sugieren que los productos pueden ser de menor calidad y menos seguros que los productos nacionales de la competencia, que pueden haber sido sometidos a controles de seguridad y calidad más estrictos.
Los defensores de la liberalización del comercio, sin embargo, argumentan que, en última instancia, reduce los costos para los consumidores, aumenta la eficiencia y fomenta el crecimiento económico. El proteccionismo, lo opuesto a la liberalización comercial, se caracteriza por estrictas barreras y regulación del mercado. El resultado de la liberalización comercial y la consiguiente integración entre países se conoce como globalización.
Ventajas y desventajas de la liberalización del comercio
La liberalización del comercio promueve el libre comercio, lo que permite a los países comerciar bienes sin barreras regulatorias ni costos asociados. Esta regulación reducida reduce los costos para los países que comercian con otras naciones y, en última instancia, puede traducirse en precios al consumidor más bajos porque las importaciones están sujetas a impuestos más bajos y es probable que aumente la competencia.
El aumento de la competencia del exterior como resultado de la liberalización del comercio crea un incentivo para una mayor eficiencia y una producción más barata por parte de las empresas nacionales. Esta competencia también podría impulsar a un país a trasladar recursos a industrias en las que podría tener una ventaja competitiva. Por ejemplo, la liberalización del comercio ha alentado al Reino Unido a centrarse en el sector de servicios en lugar de la fabricación.
Sin embargo, la liberalización del comercio puede afectar negativamente a algunas empresas dentro de una nación debido a la mayor competencia de los fabricantes extranjeros y puede resultar en un menor apoyo local para esas industrias. También puede haber un riesgo financiero y social si los productos o materias primas provienen de países con estándares ambientales más bajos.
La liberalización del comercio puede representar una amenaza para las naciones o economías en desarrollo porque se ven obligadas a competir en el mismo mercado que las economías o naciones más fuertes. Este desafío puede asfixiar a las industrias locales establecidas o provocar la quiebra de las industrias en desarrollo.
Los países con sistemas educativos avanzados tienden a adaptarse rápidamente a una economía de libre comercio porque tienen mercados laborales que pueden ajustarse a demandas cambiantes y estructuras de producción que pueden cambiar su enfoque hacia bienes más demandados. Los países con estándares educativos más bajos pueden tener dificultades para adaptarse a un entorno económico cambiante.
Los críticos creen que la liberalización del comercio cuesta puestos de trabajo y reduce los salarios. Los defensores creen que estimula la competencia y el crecimiento.
Ejemplo de liberalización comercial
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) fue firmado el 17 de diciembre de 1992 por Canadá, Estados Unidos y México. Entró en vigor el 1 de enero de 1994. El acuerdo eliminó los aranceles sobre los productos que se comerciaban entre los tres países. Uno de los objetivos del TLCAN era integrar a México con las economías altamente desarrolladas de Estados Unidos y Canadá, en parte porque México era visto como un nuevo mercado lucrativo para Canadá y Estados Unidos. Los tres gobiernos también esperaban que el acuerdo comercial mejorara la economía de México.
Con el tiempo, el comercio regional se ha triplicado y la inversión transfronteriza ha aumentado entre países. Sin embargo, el expresidente Donald J. Trump consideró que el acuerdo era perjudicial para los empleos y la industria manufacturera de EE. UU. El 30 de septiembre de 2018, la administración Trump concluyó las negociaciones sobre un pacto actualizado, el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA), que entró en vigencia el 1 de julio de 2020.
La mayoría de los economistas están de acuerdo en que el TLCAN ha sido beneficioso para las economías canadiense y estadounidense. Según un informe del Council on Foreign Relations, el comercio regional ha aumentado de $ 290 mil millones en 1993 a más de $ 1.1 billones en 2016, y el stock de inversión extranjera directa (IED) estadounidense en México aumentó de $15 mil millones a más de $100 mil millones. Sin embargo, los economistas también dicen que otros factores pueden haber contribuido a estos resultados, como el cambio tecnológico y la expansión del comercio con China.
Los críticos del TLCAN argumentan que el acuerdo ha provocado la pérdida de empleos y el estancamiento de los salarios en Estados Unidos porque las empresas han trasladado su producción a México para aprovechar los costos laborales más bajos. Queda por ver cómo el T-MEC afectará estos factores.